El renacido Estrella Digital ha publicado un informe, en el que extrapola los resultados de las europeas, en el que dice que el PP puede perder casi cien alcaldías solo en la Comunidad de Madrid, incluida la capital;
El Partido Popular ganaría en 152 de los 181 municipios madrileños si hiciéramos el hipotético ejercicio de extrapolar los resultados de las elecciones europeas del pasado 25 de mayo a las próximas elecciones municipales de 2015. Pero no con mayoría absoluta en todos ellos. En 61 ayuntamientos, el PP mantendría el poder. Pero si PSOE, Podemos e IU decidieran unirse, los 'populares' que lideran Esperanza Aguirre e Ignacio González podrían llegar a perder aproximadamente 91 Consistorios en la Comunidad de Madrid. Y ahí residiría una de las claves que serviría para explicar la nueva idea del Gobierno de Mariano Rajoy: la elección directa de alcaldes. Con una coartada clara: "corregir errores en el funcionamiento de nuestras instituciones". Mediante una reforma que supondría no sólo la modificación de la ley orgánica del Régimen Electoral General, sino también de un reajuste de la de Régimen Local. ¿El objetivo? que en los Ayuntamientos gobierne le lista más votada, sin opción a que se formen coaliciones postelectorales.
Está claro que la irrupción de Podemos en el panorama electoral -según el CIS incluso culpable del robo de alrededor de 100.000 votos al PP- ha acelerado esta propuesta que lleva años debatiéndose en el seno de los dos grandes partidos nacionales. 'Populares' y socialistas lo han llegado a incluir en sus respectivos programas electorales, aunque luego nunca se ha llevado a cabo. Ahora, a escasos meses de que se inicie un importante año electoral (municipales y generales), y bajo preaviso de una gran cantidad de encuestas que semana tras semana dibujan un panorama desolador para las dos principales fuerzas a nivel nacional, el presidente del Gobierno ha decidido que septiembre será el momento adecuado para debatir en el Congreso de los Diputados un nuevo paquete de medidas de regeneración política, entre las que se incluye la elección directa de alcaldes.
Una medida pensada principalmente para uno de sus grandes feudos: la Comunidad de Madrid. Una región prácticamente azul, electoralmente hablando; pero que de repetirse unos resultados similares a los de las pasadas elecciones europeas, el PP podría poner fin a su ya largo reinado. Si nos basamos en los resultados obtenidos en las pasadas europeas -teniendo en cuenta sus peculiaridades: diferente sistema de reparto de escaños, baja participación mayor, dispersión de voto poca importancia de los partidos políticos de ámbito autonómico o local-, los datos son muy reveladores. Hasta 91 ayuntamientos podría perder el Partido Popular si finalmente decidieran unirse en un bloque de izquierdas partidos como el PSOE, Podemos e IU. Entre ellas, lacapital y algunos grandes pueblos de la región como Alcalá de Henares, Alcorcón, Alcobendas, San Sebastián de los Reyes oColmenar Viejo.
Las posibilidades del PP de coaligarse con otras formaciones políticas es menor, y por lo tanto, una medida de este calibre únicamente le reportaría beneficios. Si no es con UPyD, los 'populares' no tendrían mucha opción de 'robar' ayuntamientos al PSOE, y teniendo en cuenta que el compromiso de Rosa Díez con este partido estaría por ver, el Partido Popular no tiene nada que perder -más bien todo lo contrario- con este importante cambio normativo. Siguiendo con la extrapolación de los datos de las europeas a las municipales, el PP únicamente tendría opción de mantener su poder en algunos ayuntamientos (alrededor de una decena) si pacta con la formación magenta.
De hecho, en Getafe, por ejemplo, el PP perdería la alcaldía frente al PSOE, que sería la formación más votada. En este caso una alianza entre los 'populares' y UPyD le permitiría a su actual alcalde, Juan Soler, mantener el poder, siempre y cuando PSOE, IU y Podemos no decidieran unirse, que constituirían un bloque más fuerte. Aún así, y tal y como explica el propio alcalde de Getafe en un artículo de opinión en estrelladigital.es, él sigue siendo partidario de la elección directa por considerarlo una opción más "democrática" que los pactos postelectorales, "en que partidos radicalmente opuestos se alían con el objetivo único de alcanzar el poder".
Claro que es conveniente señalar, que si las alianzas entre socialistas, Podemos e IU no están ni mucho menos aseguradas en todos los municipios madrileños -únicamente formaría parte de una hipótesis-, las del PP y la formación de Rosa Díez mucho menos aún.
El PP y su mayoría absoluta
El Partido Popular insiste por activa y por pasiva en que los resultados no son extrapolables, puesto que el sistema electoral empleado en los comicios europeos es diferente al utilizado en los municipales y regionales, pero lo que no se puede negar es que la última convocatoria electoral dibuja un panorama más próximo a la realidad política actual del país que las últimas elecciones municipales, en las que no existía, por ejemplo, un fenómeno social como el de la nueva formación liderada por Pablo Iglesias, que con menos de tres meses de historia, fue capaz de colocarse como cuarta fuerza política a nivel nacional, por delante de Izquierda Unida y UPyD.
El PP cuenta con una abrumadora mayoría que le permitiría hacer esta modificación prácticamente sin despeinarse. Pero por el momento parece que pretende negociarlo con el resto de fuerzas parlamentarias, donde aún no está claro que recabe un gran número de apoyos. El Partido Socialistas, el único que podría considerarse un aliado en esta cuestión, está en pleno proceso de regeneración interna y no parece dispuesto a darle carta blanca a los 'populares' en ninguna cuestión. La opinión de sus actuales dirigentes, con el recién elegido nuevo secretario general, Pedro Sánchez, a la cabeza, es que si hay elección directa que sea con dos vueltas.Nunca se ha hecho un cambio normativo de este calibre en soledad, pero a partir de septiembre es probable que comencemos a poner cara a los verdaderos fantasmas del Partido Popular.
Los 2,6 millones de votos que el PP perdió en las pasadas elecciones europeas son suficientes para tomar cartas en el asunto. Y más aún después del último barómetro del CIS publicado, según el cual no todos los fieles votantes del PP se quedaron en casa -como ha interpretado Génova-, sino que 100.000 de ellos se fueron con sus principales 'enemigos', Podemos. La dirección 'popular' es consciente de la desafección de la ciudadanía por la actual 'clase política'; y las europeas han constituido un buen toque de atención. De hecho, Madrid no es el único problema del PP.
De las 34 capitales de provincias que consiguió ganar en las pasadas elecciones municipales, 28 estarían en peligro por posibles pactos postelectorales. Con la aprobación de la elección directa de alcaldes, el PP salvaría más de la mitad.
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