Algún malvado del vestuario blanco, se inventó hace unos años el sobrenombre de Whisky Sneijder, en referencia al olor a alcohol que desprendía el jugador holandés en los entrenamientos, a los que presumiblemente llegaba sin dormir tras una noche de juerga-se acababa de divorciar y estaba despendolado-.
Pues este viernes Sneijder será nuestro rival, y quizás para celebrar que se reencontrará con ex compañeros blancos, el jugador salió la noche del lunes de fiesta con De Jong y Kuyt. Lo malo es que no llegaron hasta las once de la mañana del día siguiente, con tres borracheras como tres pianos.
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