En realidad no ha sido ella, sino su marido, Chris Hemsworth el que ha dicho que su señora no aceptará posar para Playboy, la revista masculina por excelencia, versión americana, que es decir la de mayor alcance. Dicen en Vanitatis que el marido se puso hecho unos zorros cuando ella le planteó la oferta recibida. Dicen que dijo, como si hubieran intervenido cual mudo testigo en la charla-pelea, que le dijo que no estaba bien que sus hijos la vieran así, tal como posan las modelos que ilustran la revista.
Chris debe ignorar que Elsa ya posó en el Playboy versión española, que suele ducharse a menudo en sus películas y que en una de ellas, DiDi Hollywood, del recordado Bigas Luna, interpretando a una actriz loca por triunfar en la meca del cine, realizaba las más insólitas secuencias con su cuerpo. O sea que no sería la primera vez que Elsa aparece desnuda, cosa muy de agradecer cuando se dispone de un cuerpo y una cara maravillosa como todo lo suyo. Todo eso sin tener en cuenta dos factores muy importantes: sus hijos, presuntas víctimas de la publicación, tienen dos años la mayor y tres meses los pequeños, y que no hay porque temer ni siquiera por los comentaros ajenos. Y que, no vayamos a engañarnos, exhibir un cuerpo desnudo (insistimos que como el de ella) es de lo más hermoso que podrían ofrecernos.
Pero, en fin, si Chris cree que no debe hacerlo, ahí está en su papel de marido para opinar. Con todo, nos gustaría saber hasta qué punto están casados porque, si la memoria no nos falla (y es que no), las fotos de boda la mostraban a ella sola, en una playa, como si se hubiese casado con Dios. Eso sí, aclaraban que el traje era de Armani, pero el novio, ni por asomo (es decir, que ni se asomaba).
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