El fin de ciclo español y los siete señalados



Tras la debacle española, muchos de los aficionados a "La Roja" siguen los discursos ventajistas de parte de la prensa, la mayoría "antidelbosquista", porque el seleccionador se zambulló en las tesis periodísticas de periodistas o personajes que han estado o están en la órbita de Prisa-Relaño, Segurola, Valdano-. Ese discurso alabó el gusto y la humildad del ciclo barcelonista, despreciando el radicalismo de Mourinho. Y eso no gusta y molesta a parte del "madridismo" más radical.

Hay que centrarse y saber valorar lo que nuestra eternamente mediocre selección ha logrado en los últimos seis años; enamorar al mundo con un intrépido juego donde destacaba el gusto por el balón. Con ese discurso, España ha pasado de ser una selección ramplona que luchaba por cortar la maldición de los cuartos de final, para convertirse una selección ganadora, que ha logrado dos Eurocopas y un Mundial.

Pero la repentina hecatombe viene propiciada, al igual que en el Barça, por el temor de un entrenador a no acometer una renovación obligada. Pero hay que entender que quizás no todos los técnicos valgan para hacerlo, ya que hubiese sido utópico que Del Bosque se hubiese cargado a una docena de jugadores en su etapa crepuscular, porque a él no le encajan esas maneras de hacer. Y puede que le sigan sin encajar, porque ya hoy AS desvela que la FEF le está presionando para que siga en el cargo, cuando a él seguramente lo que le pida el cuerpo es decir adiós.

Es verdad que ha sido un error garrafal no incluir a una generación de las nuevas jóvenes promesas, porque hay ahora mismo en la selección varias estrellas o en decadencia o en semiretirada estrambótica-Xavi en Qatar o Villa hacia Australia-.

Anoche Casillas, que perdió su flor de "Santo" hace tres temporadas y que en la actualidad es un portero mediocre y temeroso con el juego por alto, volvió a "cantar". Pero lo triste es que Valdés, que le ha superado en el último lustro, tampoco hubiese jugado este torneo, ya que por estatus muchos creen que Iker debe jugarlo todo, aunque comprometa con sus ridículas actuaciones trofeos importantes-de la décima con su pifia pasando por su Mundial "a lo Zubizarreta" en el año 98-.

Tanto Casillas como otros, están para partido de homenaje. Pero quizás los que vienen detrás tampoco ofrecen las garantías más propicias, pudiendo temer nuestra selección un boquete de años entre la selección que cae agotada en retirada y la nueva, que llega tímida. El ejemplo fue ayer Javi Martínez, que salió por el sacrificado y criminalizado Piqué, y no logró suplirlo con un aprobado. Le superó el Mundial al navarro, que dio muestras de miedo a la hora de sacar el balón jugado, que es justo la especialidad de su compañero relevado.

Xabi Alonso, al que el Real Madrid lleva buscando un sustituto desde que fichó sin suerte a Sahin, dio nuevas muestras ayer de decadencia, ya que perdió todos los balones que pasaron por sus piernas-incluido el del primer gol- y encima ha perdido la velocidad subterránea de antaño, por lo que llega tarde a las jugada. Koke, que entró por él en la segunda parte, demostró en parte que es uno de los que ya está preparado para dar el paso, porque dio rapidez al balón y ayudó a un intentó de reacción nacional en los primeros veinte minutos de la segunda parte, cuando la suerte que nos ha acompañado en los últimos trofeos-con varias eliminatorias superadas a penaltis- nos resultó anoche esquiva.

Otros jugadores ilusionantes no respondieron a las espectativas, quizás por la falta de ritmo que llevan en sus piernas; a Jordi Alba, que puede ser uno de los mejores laterales izquierdos del mundo en un corto plazo, se le notó la falta de ritmo, pero también de valentía, porque apenas se atrevió a centrar o encarar. Diego Costa también ha decepcionado, quizás porque no llegó bien al final de temporada, como demostró en esos cambios repentinos en las finales de Champions y Liga. O quizás le ha superado la presión de las pitadas de sus compatriotas, ya que pareció derrotado desde las duchas.

Todo ha salido mal en este torneo y los culpables son casi todos; desde la FEF por elegir la fría Curitiba como primer lugar de acomodo, como Del Bosque, que no se ha atrevido a acometer la renovación pendiente, como los jugadores, que han llegado muertos físicamente y algunos futbolisticamente.

A los toreros de la postguerra se les decía que se les notaba que ya no pasaban hambre cuando no se arrimaban al toro. A estos, ganadores en clubs y selección, les ha pasado algo parecido.













1 comentario:

  1. Bueno este es un tema complicado. Sobre la renovación generacional, si nos la hubiésemos pegado igual con los jóvenes, no habrían faltado los comentarios tipo "es que no sé porque no lleva a los de siempre si son los que funcionan". Es todo ventajismo.

    Si que es cierto, que hay cosas que yo no estoy de acuerdo con Del Bosque como la apuesta por Casillas (el tiempo ha dado la razón a Mou), que sigo viendo a Javi Martínez más centrocampista que central, que Villa no haya jugado ni un sólo minuto porque aún siendo de la vieja guardia es de los que más empeño le pone, que sólo haya llevado a un lateral izquierdo sabiendo lo justito que llega Jordi Alba teniendo dos alternativas tan fiables como Alberto Moreno o Monreal (que por el partidazo que hizo en un partido de tan decisivo y de alto nivel como el 0-1 decisivo contra Francia merecía estar ahí), que no haya aprovechado más el buen estado de forma de los jugadores del Athletic como Laporte o Ander Herrera, que Isco habiendo ganado la Champions no este en lugar de un Mata que no ha tenido su mejor año, que Llorente ha estado mucho mejor que Torres esta temporada....

    Si a todo esto le sumamos que son jugadores con un palmarés repleto de títulos, enterrados en dinero con la luz pagada de por vida como diría García, pues tenemos el resultado de la ecuación. Aunque bueno reitero que quizás casi todos los comentarios que se pueden hacer son un tanto ventajistas.

    Saludos Musicales.

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