Sálvame "mata y arruina" a Carmen Sevilla y las redes sociales "asesinan" a Raphael



Las redes sociales siguen "matando" a famosos de vez en cuando. Ahora le ha tocado el turno a Raphael, cuya mujer tuvo que entrar en directo en ¡Qué tiempo tan feliz! para desmentirlo.
Sálvame ya "mató" a Carmen Sevilla en el pasado, con Lydia Lozano como mensajera. Ahora el espacio rosa está especulando sobre la supuesta ruina de la artista, cuya familia estaría buscando un geriátrico subvencionado para que la artista pase sus últimos días de vida sufriendo el alzheimer. El programa se sumaba a la información de ABC sobre Carmen;



No es inmediato, pero sí un hecho. Carmen Sevilla (80 años) abandonará su lujoso piso de la calle Pintor Rosales de Madrid para trasladarse a una residencia. Esos son los planes que su círculo íntimo tiene para ella. Aquejada de alzhéimer desde 2009, la actriz, presentadora y cantante desconoce el destino que ya preparan en su entorno.

Todavía se ignora el nombre de la residencia adonde la mandarán, ya que las personas que velan por sus intereses están buscando una subvencionada. Parece que, en contra de la creencia popular, la andaluza no cuenta con la inmensa fortuna que se le presumía.

Si, como asegura el entorno de Carmen a ABC, se están dando los pasos para conseguir una subvención, es posible que todos los bienes atesorados por la artista ya no figuren a su nombre y que el rumor que llega a los que la conocían sea cierto: que Carmen vive con su pensión, a pesar del importante patrimonio que tenía.
Medio millón al día

Carmen siempre ha presumido entre los amigos de que ella tenía asegurado su futuro por muy mal que le pudieran ir las cosas. Desde luego, en aquellos momentos podía alardear de dinero y posesiones porque estaba muy bien cubierta. «He guardado lo suficiente para no tener problemas cuando deje de trabajar», contaba. Por supuesto, Carmen nunca pensó que iba a trabajar hasta los ochenta años. Tras comenzar a los doce en la compañía de Estrellita Castro, Carmen se retiró en 1985 después de su enlace con el compositor Vicente Patuel. Sin embargo, una suculenta oferta de Valerio Lazarov, entonces director de Telecinco, la devolvió a la televisión en 1991.

Cuando regresó al trabajo, su marido necesitaba liquidez. Lazarov dijo estar dispuesto a pagar lo que fuera a la actriz, y su marido, pensando que le iban a decir que no, pidió medio millón de pesetas para su esposa por presentar el Telecupón. «Vale, medio millón de pesetas diario, pero firmamos el contrato ya», respondió el director de la cadena. Con esos honorarios, Carmen estuvo al frente del programa durante siete años, a razón de 15.000 euros semanales.

En 2003 Carmen firmó con Televisión Española, y lo hizo como gran estrella, percibiendo por su trabajo en «Cine de Barrio» cuatro millones de pesetas a la semana –24.000 euros–, dieciséis millones al mes –96.000 euros–, lo que cobraban en aquellos momentos muy pocas figuras. Con el paso del tiempo, le bajaron sus honorarios a la mitad y en los últimos años «solo» percibía un millón de pesetas, seis mil euros a la semana.

Atendiendo a las cifras y a que no hace tanto la andaluza tenía un millón de euros ahorrados en el banco, cuesta trabajo creer que en estos momentos no pueda acceder a una residencia geriátrica privada y dependa de una subvención. Es muchísimo dinero ingresado y Carmen no ha tenido nunca ningún secreto inconfesable que pudiera minar su fortuna ni su patrimonio. Recientemente, Carmen tenía en propiedad un ático en Marbella de cuatrocientos metros y su piso de Madrid. Además, era dueña de tres apartamentos de lujo, todavía con una pequeña hipoteca, dos en Marbella y uno en Málaga.

A todo eso hay que sumar el dinero de la venta de la finca extremeña de Vicente y las joyas de la artista, valoradas en medio millón de euros. Se habló de que se vendió en 1.300 millones de pesetas, unos 7,8 millones de euros. Cuando se nombra a la popular presentadora y actriz, todo son cifras millonarias.
Con su hijo

A la espera de su cambio por una residencia, Carmen vive en su casa con una señora de su plena confianza. Hasta hace poco tiempo tenía otra más, pero posiblemente se consideró que ambas suponían un desembolso excesivo. También pasa mucho tiempo con ella su hijo Augusto, de quien se sabe muy poco porque siempre ha procurado mantenerse al margen de la vida pública de sus padres, Carmen y Augusto Algueró.

Compositor como su padre, trabajó en La Sexta como director musical, pero lleva dos años en el paro. Al parecer, su padre, al fallecer, dejó todas sus pertenencias y el mucho dinero en concepto de derechos de autor a su segunda esposa, Natividad Benito, en usufructo. ABC ha intentado ponerse en contacto con él, sin obtener respuesta.


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