El PSOE se desangra; éxito y muerte del partido "progresista" de la democracia

El "atado y bien atado" de Franco sigue dando que hablar cuarenta años después. Algunos, recordando esta frase, lo entienden todo. El PSOE ha sido desde el nacimiento de la nueva democracia el partido que acogía todo el voto progresista. Y lo hizo pese a desaparecer en la vida de Franco y resucitar en la transición gracias a la financiación de la socialdemocracia alemana y la complicidad del sistema, ya que necesitaban prefabricar un partido de izquierdas para frenar al peligroso PC, que tampoco hizo mucho por combatir, ya que Carrillo estaba más pendiente de aceptar todas las humillaciones del sistema a cambio de vivir como un marajá sus últimos años de vida.

El PSOE de hoy tiene un serio problema, ya que por el final del "zapaterismo" perdió unas elecciones de una manera humillante y además ha sido incapaz de renovarse, tirando dos años y medio de oposición da las políticas infames de Rajoy.

La falta del cambio en el PSOE fue provocado por su cúpula, que impuso a Rubalcaba a frente de la candidatura para las generales. Cuando se hundió, Rubalcaba se negó a abandonar el barco y consiguió ganar la secretaría general gracias al apoyo de la vieja guardia-Felipe y Guerra-, que en este caso se unieron contra Chacón, de lo peor del zapaterismo, no tanto por ella, ambigua en el tema catalán, como por su marido, Miguel Barroso.







El PSOE no se abrió a la calle y hoy lo está pagando. Y ya no es el típico voto prestado por sus votantes a Izquierda Unida. Ya es que medio electorado se ha fugado para no volver a Podemos, Izquierda Unida o ERC.

La única fuerza socialista que parece funcionar es la andaluza, quizás el mayor pozo de corrupción y mala gestión económica de Europa. Susana Díaz ha impuesto adelantar el Congreso a las primarias, por lo que ella tutelará al PSOE de aquí hasta entonces. Es decir, ha impuesto que se elija primero al secretario general y luego al candidato, que puede provocar una dolorosa bicefalia como en tiempos de Almunia y Borrell.

No se sabe por ahora si la propia Díaz quiere dar el salto a Madrid, con el peligro de hacer oposición desde fuera del Parlamento-Hernández Mancha o Moreno Bonilla-.
Pero Díaz parece que manda, ya que ella ha conseguido uno de cada cuatro votos socialistas y ha ganado en Andalucía con casi el 40% del voto-diez puntos más que el PP, que había ganado las tres últimas elecciones en la Comunidad-.

Pero hay que recordar en favor de Chacón o Madina que aunque Andalucía sea importante, ZP ganó unas primarias contra Andalucía-Chaves iba con Bono- y Rubalcaba ganó un congreso frente Andalucía-Griñán iba con Chacón-. Aun así Chaves y Griñán salieron como presidentes del PSOE, que es algo a lo que quizás pueda aspirar Díaz.

La lista de probables candidatos-ya habrán perdido tres años de oposición- son cada día menos, ya que Rubalcaba dijo que no se volvía a presentar, Patxi López ha renunciado en el PSE y se conforma con entrar en la nueva ejecutiva y Madina ha anunciado que si no se abren las primarias a todos los militantes no se presentará, que es una manera brillante de forzar al PSOE a hacerlo, ya que si no lo hace será visto por la sociedad como un partido cerrado y carca.

Si Díaz se conforma con la presidencia y López con entrar en la ejecutiva, Madina, Chacón y Pedro Sánchez-delfín en principio de Rubalcaba y distanciado en los últimos meses de éste, ganando cada voto agrupación a agrupación- se jugarán el liderazgo del partido, que debe aspirar a liderar nuevos tiempos con un mensaje más parecido a Podemos que al PP, partido con el que hasta ahora ha apuntalado un sistema anacrónico y corrupto.