Es hora de que sospechemos de las enfermedades en el universo Sálvame. Primero nos vendieron que Kiko Hernández tenía una depresión de caballo, para luego enterarnos que estaba en Italia tomando unos cursos de presentador de televisión-que luego puso en práctica en Las bodas...-. Después nos vendieron el amargo enfado de Mila Ximénez, que también dejo el programa. Pero luego nos enteramos de que estaba sometiéndose a una operación para lucir "careto". Luego nos vendieron un drama de Kiko Matamoros, al que le esperaba una ceguera. Luego se curó milagrosamente. Luego Belén Esteban estaba enganchada a la cocaína, y en solo cuatro meses se recuperó. Y ahora después de vendernos que Rosa Benito "está para tirar" y que ha estado a punto de suicidarse en varias ocasiones, hoy nos la plantan en el Deluxe. Sálvame es como Lourdes o Fátima...
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