Buenafuente nos muestra en El culo del mundo, su primer documental que nos muestra el paréntesis existencial entre el final de un fallido show y el comienzo de otro. Entre mayo de 2012 y noviembre de 2013, Andreu se quedó año y medio "en paro", cosa que nunca le había pasado en su carrera profesional.
Los nervios, la depresión y la ilusión por el nacimiento de una hija se mezclan en un egocéntrico, pero interesante relato. La crisis está de fondo durante la hora y media del documental y por los testimonios aparecidos-los de Silvia Abril o Berto Romero- se dibuja a un Andreu atormentado, una especie de payaso triste incapaz de ser feliz al no poder sobrellevar con facilidad los problemas rutinarios.
En ese año y medio, Andreu visitó a un fan argentino, cuyo correo es el inicio y casi motivo de esta pieza. También el de Reus aprovecha para visitar a Santiago Segura, Concha Velasco, Javier Coronas, Wyoming o Leo Bassi, que parte en dos la película con una sobrecogedora anécdota de un fan que le rompió el dedo en una actuación. También se ve a un Andreu preparando un nuevo proyecto, La Resistencia, que finalmente no vio la luz. La frustración que se vislumbra traspasa la pantalla.
Como errores del documental, destacaría que se intuye que las entrevistas a colegas están salvajemente mutiladas y que Andreu se presenta al final del documental como una víctima del sistema, incapaz de valorar su éxito o su trabajo, ya que parece que el cómico no entiende como las televisiones no valoran sus proyectos. Es cierto que parece no ser feliz sin programa, aunque desde fuera envidiamos a un millonario jugando con su hija en su chalé mientras pinta chorradas durante horas. Es decir, un tipo que hace lo que le gusta y que tiene pocas obligaciones, por lo que son difícilmente entendibles sus comportamientos-como dice Corbacho, "antes nos reíamos más"-.
El culo del mundo se puede disfrutar en pocas salas, aunque la distribución es compensada con varios pases en Canal +, con la venta del DVD con El Periódico y con la maravillosa plataforma Filmin, donde se puede ver este documental por menos de tres euros.
Parece que no hay nada con lo que más disfrute Andreu que con su show. Por lo que le damos la enhorabuena, ya que En el aire ha logrado la renovación y volverá en septiembre. Hay que reconocerle a Andreu, antaño estomagante y repetitivo, el mérito de saber reinventarse y lanzar un formato ágil y rápido. Ya no es el típico late-show donde la entrevista sobra, donde la actuación musical no interesa y donde si el colaborador de turno no tenía su día, todo se hundía. Ahora es un show coral e interactivo que merece mucho la pena. Enhorabuena a Andreu...
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