Chicote en el Picasso



Pareció una representación de ópera bufa la trifulca que montaron dos hermanos italianos en el capítulo de esta semana de Pesadilla en la cocina. En medio de un idílico paisaje tinerfeño, se encontraba el Picasso, restaurante italiano dirigido por Giovanni y su hermana Rossana. El artista y la modelo.

Chicote protestó después de probar los "congelados" platos del desguarnecido menú del restaurante, y también se enfadó por la "salsa cortada" que los regaba, hecho que provocó que Giovanni acusara al chef de inventarse términos. Chicote remató "la cata" tirando todos los platos a la basura. Después el chef enseñó a cámara toda la basura de la cocina y esa misma noche comprobó de primera mano el caótico servicio nocturno, donde destacaron las continuas peleas de ambos hermanos. Una especie de Pressing Catch a la italiana; mucho teatro y poca sangre.

La escena cumbre del programa se produjo cuando a unos "guiris", a los que Giovanni había atraído en el puerto a base de engañarles prometiéndoles productos frescos, pidieron que les limpiasen las espinas del pescado. El propietario italiano obligó a su hermana a hacer este servicial capricho y esta montó en cólera a base de gritos en insultos. Algunos comensales se consolaban; "Por lo menos hemos tenido un poco de entretenimiento". Cena con espectáculo, se llama. Y sin suplemento.

En el servicio posterior los griteríos entre hermanos se volvieron a producir y una inocente camarera abandonó el local en medio del servicio. Se produjo otro de los tópicos del programa; se va gente armando el pollo y vuelven a los dos minutos. Al final acabó abandonando el servicio Rosanna, tras otra brutal discusión, que acabó volcando una mesa-con platos y todo-. Al final los hermanos se reconciliaron gracias a Chicote y vivieron felices y comieron perdices. Fin.











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