¿Quién puede matar a un niño?

Mariano Rajoy parecía un osito de peluche cuando lo conocimos. Pero este presunto osito de peluche se ha convertido en el presidente más censor y más feroz desde Franco o su heredero tardío, Aznar.

Rajoy ha hecho una división entre medios amigos y medios enemigos. Entre los medios amigos, ha conseguido conservadurizar a medios progresistas como El País o la Sexta, consiguiendo tratos de favor para sus accionistas a cambio de rebajar la crítica contra el PP. Además de los suyos es José Manuel Lara, propietario de Antena 3, Onda Cero y el diario gubernamental La Razón. También son amigos, ¡cómo no!, los obispos; con la COPE y la manipuladora 13 TV al frente de la propaganda entre los meapilas de la derecha. Y son amigos TVE y RNE, gracias a las listas negras y a la defenestración de hombres clave en la anterior etapa; Fran Llorente, Ana Pastor, Juan Ramón Lucas o Toni Garrido. Y lo es también Telecinco, que se ha cargado programas molestos para el poder como El gran debate o Te vas a enterar, a cambio de no ejecutar la sentencia del Supremo sobre la expropiación de canales que repercutirá negativamente en las cuentas de la empresa italiana.

Los medios enemigos son medios que se han movido en la derecha anárquica, es decir, el miedo al fuego amigo; Pedro J. Ramírez en la prensa, Jiménez Losantos en la radio e Intereconomía en televisión. De Pedrojota ha conseguido su cabeza, gracias a la desinversión de sus amigos del IBEX 35 a El Mundo. De Federico ha conseguido su marginación, tras apoyar igual que el anterior a Esperanza Aguirre. Y de Intereconomía ha conseguido su práctica desaparición, tras apoyar aventuras políticas como la de Libertas en las anteriores europeas y la de Mario Conde en Galicia.