Hay retratos que iluminan un instante, un momento o toda la vida. Es el caso de la fotografía publicada hoy en la portada de El País y otros periódicos; aparece el periodista de El Mundo Javier Espinosa abrazando a su hijo, al que seguro que pensó no volver a ver, tras estar seis meses secuestrado en Siria. La instantánea la captó Paco Campos de EFE. Desde aquí la enhorabuena.
"No podemos decir nada, no está en nuestras manos", decían tanto él como Ricardo Vilanova, reconociendo implícitamente el pago del secuestro por parte del Gobierno a los captores mafiosos. Aquí la diferencia con el Caso Alakrana, es que el partido de la oposición-en este caso el PSOE- no ha utilizado este pecado por piedad del Gobierno para ir en contra de éste, cosa que sí hizo el PP en la oposición. Cuestión de conciencia.
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