Uno de los grandes éxitos de los noventa fue Vídeos de primera, espacio de vídeos caseros que supuso el salto a la fama de Alfonso Arús, muy popular en la radio catalana de los ochenta. Hasta ocho millones de espectadores semanales logró congregar TVE-1 con este espacio de humor. Así lo contaba El País;
Los vídeos de primera, concurso de TVE-1 basado en las grabaciones de aficionados, ha sido en sus últimas ediciones el programa más visto de la televisión nacional. Incluso la serie Cristal, líder absoluta en los índices de audiencia de los ultimos meses, ha sido superada por un espacio que ya fue el gran triunfo de la cadena norteamericana ABC la pasada temporada. La productora Tesauro compró en exclusiva para España los derechos del programa y se asoció con Televisión Española para producir un espacio similar.
El regreso de El precio justo y los últimos episodios de Cristal han sido eclipsados por el éxito de audiencia de Los vídeos de primera, según los últimos datos de la empresa Ecotel. Este concurso de TVE se basa en una fórmula aparentemente simple. A las grabaciones de los con cursantes, se une la emisión de las cintas de Los vídeos caseros más divertidos de América, el programa de la cadena de television norteamericana ABC."La idea original de este espacio es japonesa" explica Amelia Alas, coordinadora del programa. "Ellos la vendieron a Estados Unidos, aunque los americanos eliminaron muchas grabaciones niponas en las que los niños se caían o se hacían daño, por considerarlas crueles".
La gran estrella
Dos personas dedican seis horas diarias a ver los vídeos que pretenden concursar. Su número aumenta constantemente, entre el 1 y el 18 de octubre se recibieron 1.246 cintas. De ellas, sólo el 15% se considera aceptable. "Entre los vídeo que rechazamos -señala Amelia Alas -se encuentran a menudo niños desnudos o haciendo sus necesidades, cosa que debe hacer mucha gracia a sus padres. Otros hay que eliminarlos por deficiencias en la iluminación o en el estado de la cinta y otro grupo porque no pasa nada".
Las grabaciones que optan al concurso se ordenan por temas, y entre ellos, el más abundante es el de caídas, al que siguen el agua (piscinas, mar, parques acuáticos ... ), las bodas y los toros. El equipo del programa localiza entonces a los participantes y les compra el vídeo en exclusiva por 50.000 pesetas. El contrato firmado hace responsable al autor de la cinta del contenido de la misma. Con esta medida se evitan las reclamaciones de personas que se sientas perjudicadas por la difusión de su imagen.
Para Televisión Española es un negocio rentable, pues, a parte de la publicidad, el programa está patrocinado por una marca que vende productos relacionados con el vídeo. Éste es el primer caso en que el producto patrocinado guarda tan estrecha relación con el programa en que se inserta. Además de ello, el propio presentador actúa como hombre anuncio en y fuera del programa. "Cuando me propusieron el anuncio -señala Arús- les dije que tenía que consultarlo con TVE y me contestaron que tenía autorización. Para la cadena también es bueno por que, indirectamente se anuncia el programa"
Alfonso Arús es consciente de que el presentador no es lo más importante de este programa. "Yo me lo tomo con mucha modestia. La gran estrella es la cinta de vídeo, y mi papel se límita a dar coherencia a los diferentes bloques. No pretendo ser el Hermida de los 90".
Los vídeos de primera, concurso de TVE-1 basado en las grabaciones de aficionados, ha sido en sus últimas ediciones el programa más visto de la televisión nacional. Incluso la serie Cristal, líder absoluta en los índices de audiencia de los ultimos meses, ha sido superada por un espacio que ya fue el gran triunfo de la cadena norteamericana ABC la pasada temporada. La productora Tesauro compró en exclusiva para España los derechos del programa y se asoció con Televisión Española para producir un espacio similar.
El regreso de El precio justo y los últimos episodios de Cristal han sido eclipsados por el éxito de audiencia de Los vídeos de primera, según los últimos datos de la empresa Ecotel. Este concurso de TVE se basa en una fórmula aparentemente simple. A las grabaciones de los con cursantes, se une la emisión de las cintas de Los vídeos caseros más divertidos de América, el programa de la cadena de television norteamericana ABC."La idea original de este espacio es japonesa" explica Amelia Alas, coordinadora del programa. "Ellos la vendieron a Estados Unidos, aunque los americanos eliminaron muchas grabaciones niponas en las que los niños se caían o se hacían daño, por considerarlas crueles".
La gran estrella
Dos personas dedican seis horas diarias a ver los vídeos que pretenden concursar. Su número aumenta constantemente, entre el 1 y el 18 de octubre se recibieron 1.246 cintas. De ellas, sólo el 15% se considera aceptable. "Entre los vídeo que rechazamos -señala Amelia Alas -se encuentran a menudo niños desnudos o haciendo sus necesidades, cosa que debe hacer mucha gracia a sus padres. Otros hay que eliminarlos por deficiencias en la iluminación o en el estado de la cinta y otro grupo porque no pasa nada".
Las grabaciones que optan al concurso se ordenan por temas, y entre ellos, el más abundante es el de caídas, al que siguen el agua (piscinas, mar, parques acuáticos ... ), las bodas y los toros. El equipo del programa localiza entonces a los participantes y les compra el vídeo en exclusiva por 50.000 pesetas. El contrato firmado hace responsable al autor de la cinta del contenido de la misma. Con esta medida se evitan las reclamaciones de personas que se sientas perjudicadas por la difusión de su imagen.
Para Televisión Española es un negocio rentable, pues, a parte de la publicidad, el programa está patrocinado por una marca que vende productos relacionados con el vídeo. Éste es el primer caso en que el producto patrocinado guarda tan estrecha relación con el programa en que se inserta. Además de ello, el propio presentador actúa como hombre anuncio en y fuera del programa. "Cuando me propusieron el anuncio -señala Arús- les dije que tenía que consultarlo con TVE y me contestaron que tenía autorización. Para la cadena también es bueno por que, indirectamente se anuncia el programa"
Alfonso Arús es consciente de que el presentador no es lo más importante de este programa. "Yo me lo tomo con mucha modestia. La gran estrella es la cinta de vídeo, y mi papel se límita a dar coherencia a los diferentes bloques. No pretendo ser el Hermida de los 90".
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