¡Otra vez Ferraz!

Elena Valenciano dice que no van a ir con Bildu ni a la vuelta de la esquina. Se refiere con el "no vamos a ir" a los socialistas navarros, que según piensan en Ferraz deben ser imbéciles. Y lo deben ser porque nunca les dejan decidir. Ocurrió en 2007 cuando el chorizo gallego "Pepiño" Blanco tenía miedo a que un pacto entre socialistas y nacionalistas vascos en Navarra fuese utilizado por la caverna fascista madrileña como munición-al asociar maliciosamente a fuerzas como Nafarroa Bai con ETA-.

Lo peor de todo es que los Navarros han votado en las dos últimas consultas electorales "progresismo" y les sigue gobernando la misma mierda corrupta y fascista de UPN. Es decir, que las injerencias de Ferraz hacen que a los 650.000 navarros les gobiernen a quien la mayoría de navarros no ha votado. Es decir, que el PSOE con su control del PSN está logrando que siga gobenando un partido lleno de escándalos como UPN-una especie de Unió Mallorquina del norte con tintes opusinos-.


¿Quién cojones se cree Elena y quién cojones se creía "Pepiño? El temor infantil de Ferraz a la caverna es desproporcionado-les da miedo una portada de La Razón o ABC asociando a Rubalcaba con Josu Ternera por el pacto de PSN y Bildu para desalojar a la "Morcilla de Burgos"-.

Hurtan los socialistas a los navarros la democracia y son cómplices voluntarios de una sujeta miserable como Yolanda Barcina-"De morcilla de Burgos a choriza navarra"-.

El problema que tiene el PSN en Navarra y su progresiva caída tiene que ver con la ambiguedad del partido respecto a su anexión a Euskadi-UPN y los partidos nacionalistas polarizan el voto con el "no" y el "sí"-. Pero el problema para el PSN es que hasta partidos como Geroa Bai, que tratan a Navarra como un ente diferenciado de Euskadi-no como otros partidos abertzales como Bildu o Aralar- les roba votos, quizás gracias al carisma de Uxue Barkos-que ha conseguido colocar en el mapa a la marca blanca del PNV-.

El PSN sufre un liderazgo débil de Roberto Jiménez, líder por accidente o por traición-a Fernando Puras, que dimitió tras prohibirle gobernar Navarra el PSOE-. Con un PSN tan lamentable el voto al nacionalismo vasco seguirá aumentando pese a que el tema de la anexión a Euskadi-un insulto desde el punto de vista histórico- no está encima de la mesa en la sociedad navarra.