Los Santos inocentes; Sandro Rosell dimitie haciéndose la víctima



"Hay obstáculos extradeportivos o políticos, algunos de nuestro propio entorno", decía Rosell en su despedida. Rejonazo a Madrid y al entorno de Laporta, los dos enemigos principales de Sandro en sus años al frente del Barça. El ahora ex-Presidente se adapta a la eterna victimización nacionalista catalana; el malo es siempre Madrid y ninguno de nuestros fracasos ni corrupciones son culpa nuestra, que para eso somos catalanes. Sandro llegó al cargo prometiendo una despolitización del club tras los años de secesionismo "laportista". Pero su cercanía a Ciu le hizo virar como sus amigos nacionalistas; de la burguesía simpática hacia España a la promoción del independentismo.

En su llegada Rosell prometió la persecución de la corrupción dentro del seno blaugrana, llevando incluso a la picota a su ex amigo íntimo Laporta. Ganó a los desunidos delfines de este y persiguió con justicia a Laporta. Pero él ha caído en el mismo error. En el plano deportivo ha llegado el fin del proyecto Guardiola, el annus horribilis de "Tito" y la llegada del "Tata", que por ahora vence pero no convence. Este verano tras dos años de negociaciones llegó Neymar, la gran estrella deseada por todos. Su amigo Florentino lo tenía fichado, pero según reconoció él mismo en Punto Pelota se bajó del tren "porque no lo veía claro". Su amigo Florentino lo dejó con el culo al aire; "Al Real Madrid Neymar le hubiese costado más de cien millones de euros".

Rosell implícitamente ha reconocido en rueda de prensa los contratos que desveló El Mundo; "Hay contratos marcados por la confidencialidad que pueden suponer perjuicios para el club".
El "Visca Catalunya" parece una frase subliminal para decir que desde Madrid nos están atacando.
Algunos cercanos a Sandro dicen que detrás del socio que denunció lo de Neymar está Laporta. Joan utilizó el fútbol como trampolín político pero ahora se aburre, no gana dinero y no tiene influencia. Quiere volver cuanto antes para volver a fichar a gentuza tipo Keirrison o Henrique, que entre fichajes y nóminas costaron 36 millones de euros al club blaugrana-la mayoría para Laporta y comisionistas brasileños-. Ahora el Barça tiene a Bartomeu, el que dicen que fue el hombre que propició el divorcio entre Laporta y Rosell-cuando el primero lo echó como máximo responsable del basket-. Bartomeu no ha ganado unas elecciones y encima es el que firmó la mayoría de documentos en la operación Neymar. A ver cuanto dura...



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