La España profunda; el crítico taurino de El Mundo le rompe un vaso en la cara a un banderillero en una pelea de bar en Nochevieja



Ocurrió 31 de diciembre de 2013. El escenario: un bar de la calle Echegaray, en Madrid, según consta en el justificante de denuncia hecho público por uno de los implicados en Twitter. Allí, el crítico taurino del diario El Mundo, Vicente Zabala de la Serna, y Fernando Galindo, representante de los banderilleros, resolvieron sus diferencias a puñetazos.

Las consecuencias pueden observarse en la imagen que encabeza este texto. Quien se llevó la peor parte fue el portavoz de los hombres de plata, que luce varios puntos en su cara. Al parecer, el corte fue provocado por un vaso de vidrio.

Las lesiones padecidas por el crítico taurino, según fuentes penalistas consultadas por PD, podrían ser constitutivas de una mera falta. Las padecidas por el banderillero podrían estar encuadradas en el artículo 150 del Código Penal en el caso de que se llegase a entender que "las cicatrices en la cara producen deformidad", con una pena que oscilaría entre los tres y los seis años de prisión, correspondiendo el enjuiciamiento de los hechos a la Audiencia provincial.

El incidente, como era de esperar, ha acabado en los Juzgados de Instrucción de Plaza Castilla, pero puede llegar a acabar hasta en el Tribunal Supremo si la sentencia que en su día dicte la Audiencia provincial es recurrida en casación.

Galindo no ha querido hacer declaraciones a llamada de PD sobre lo sucedido "por recomendación de su abogado" aunque ha anunciado que "en breve" emitirá un comunicado dando su opinión sobre el tema. Está previsto también que próximamente la UNPBE (Unión Nacional de Picadores y Banderilleros) haga público otro texto manifestándose sobre lo sucedido.

PD pudo contactar telefónicamente con Zabala de la Serna, quien nos dio su versión su versión de los hechos:


"No tengo nada de lo que esconderme. No quiero mover las aguas hasta que llegue el juicio pero me ratificaré en todo lo que he dicho en la denuncia.


Estábamos tomando algo con unos amigos a eso de las 14 o 15 h. De buenas a primeras, yo fui agredido por este señor [Galindo]. Pero me defendí recordándole otras tantas veces en las que lo había destacado. Me dijo varias veces de salir fuera a resolver el asunto. Le dije que era ridículo, que eso no eran las formas adecuadas. Acto seguido, recibí un cabezazo y un puñetazo. Respondí con un golpe en la cara, sin caer en la cuenta de que tenía aún el vaso en la mano.

Luego uno ve las fotos y dice 'joder, qué barbaridad' pero fue todo por evitar que me cayera otra mano de hostias"
 
Vía: PD

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