El lío familiar de Víctor Valdés
La marcha de Víctor Valdés del Barça podría estar motivada, entre otras razones, por los diferentes problemas familiares que está atravesando. A la ruptura con su hermano Ricardo, cuyas operaciones al frente de una de las empresas del portero no fueron fructíferas, se suma la desconfianza de su madre, Águeda Arribas, hacia Yolanda Cardona, la mujer con la que Valdés tiene tres hijos.
Atrás quedaron los tiempos en los que el guardameta agradecía públicamente el apoyo de su padre, José Manuel, y de su hermano Ricardo durante los peores momentos de su carrera: “Sin esas dos personas yo hubiese dejado el fútbol”, llegó a afirmar un joven Víctor. Los Valdés siempre han sido una familia unida. El matrimonio y sus tres hijos varones formaron una piña en torno al guardameta. La ascensión meteórica de la pantera de Gavá vino acompañada de una fortuna que fue administrada por todos los Valdés, a través de un entramado empresarial de múltiples sociedades, en las que todos ellos tenían participaciones y que, a tenor de las cuentas presentadas en el último ejercicio, no estarían pasando por su mejor momento.
Según ha podido saber Vanitatis por fuentes cercanas a la familia, el guardameta no dudó nunca en compartir con todos ellos los beneficios obtenidos después de tantos años de entrega. “Víctor siempre ha sido generoso y confiado con los suyos. Si sus padres y hermanos le han apoyado durante todos estos años, él ha sabido agradecérselo con creces”, señala esta fuente. De ahí que el portero decidiese compartir la administración de Big Trading Investiments SL, una sociedad dedicada a negocios inmobiliarios, con sus dos hermanos y que colocase a Ricardo, el primogénito, como administrador único de Rival Inversiones SL durante un tiempo. Esta última sociedad, que ha manejado la mayor parte de la fortuna del guardameta, tiene en este momento una deuda a largo plazo de casi 5 millones de euros sobre un resultado de explotación que no llega al millón de euros, según las cuentas presentadas del ejercicio 2012.
Sin embargo, esa unión familiar se pudo ver fragmentada hace un tiempo. Según publicaba hace unos meses el diario catalán El Triangle, la relación entre el guardameta y su hermano mayor Ricardo, un prestigioso especialista en psiquiatría del Instituto Dr. Valdés de Gavá, se rompió a causa de unas malas inversiones.
“Ricardo y Víctor eran uña y carne, se apoyaban en todo. Cuando Víctor decidió a mediados del año pasado hacerse su mansión en Gavá, una casa con tres niveles, cinco dormitorios, gimnasio, sala de cine y bodega, por la que pagó cinco millones de euros, su hermano le siguió los pasos y se hizo otra más pequeña en la misma zona. Sin embargo, Víctor podría querer alejarse de Barcelona y de los suyos para emprender una nueva vida junto a la familia que ha montado junto a Yolanda y sus hijos”, señala la misma fuente.
Las tensas relaciones entre suegra y nuera
Hace unos meses, coincidiendo con el anuncio de la marcha del club del cancerbero, su madre, Águeda, comenzó a mover ficha. La matriarca del clan empezó a desconfiar de Yolanda Cardona, la mujer con la que su hijo ha formado una familia. Para ello, solicitó la ayuda de alguna persona con la finalidad de investigar sus finanzas y averiguar si la relación que le une al portero va más allá del plano sentimental. “Los Valdés querían saber si había algo turbio en el pasado de Yolanda, pero lo cierto es que nada pudieron encontrar”, señala una persona del entorno del futbolista. Vanitatis se ha puesto en contacto con el representante del futbolista, quien ha preferido no hacer declaraciones al respecto de ninguna de estas cuestiones.
Una colombiana en can Barça
Yolanda Cardona fue la primera colombiana en ocupar el corazón de un jugador del Barça. Afincada en España desde el año 2000, conoció a Víctor por unos amigos comunes y desde entonces no se han separado. La modelo, que ha sido imagen en España de varias marcas publicitarias, es la madre de los tres hijos del guardameta. Dylan, de cuatro años, Kai, que acaba de cumplir su primer año de edad, y Vera, la pequeña de la casa, que nació a principios de octubre.
Una familia que en poco tiempo hará las maletas alejándose de Barcelona, la cuidad que vio crecer a Víctor como futbolista y donde los Valdés disfrutaron juntos de los éxitos del que es probablemente el mejor portero de la historia del club culé.
Vía: Vanitatis
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