La radio ha muerto, ¡Viva la radio!



La radio en nuestro país ha muerto. Su influencia es cada vez más exigua y por mucho que nos vendan cada tres meses ese pacto corrupto entre la AIMC-encargada del desfasado EGM- y las tres grandes-SER, COPE y Onda Cero-, no hay millones de españoles que se levantan todos los días pendientes del aparato.

La culpa de la radio incapaz de renovarse que hoy sufrimos depende justamente de la medición de audiencias. Gracias al EGM las grandes radios ganan millones de euros por oyentes inexistentes, los directivos de las emisoras viven plácidamente con "notas" trimestrales-no como los directivos de la televisión, que sufren las audiencias todas las mañanas- y algunos comunicadores incapaces o con la fecha de caducidad pasada




-tipo de Luis del Olmo- desarrollan sus carreras en la más absoluta tranquilidad.

La radio generalista está totalmente esquematizada y nadie inventa nada nuevo; el magazine matinal de seis a doce, el tramo local del mediodía, las noticias a las dos, los deportes locales a las tres, el magazine de cuatro a siete, otro tramo local a continuación, un programa informativo de ocho a doce y para rematar deportes a medianoche. Incluso las nuevas radios que se presentan como alternativas se adaptan a este esquema asfixiante impuesto por las grandes. Nadie entiende como Punto Radio o esRadio no presentan una alternativa en tramos horarios-en el caso de la emisora de Vocento hablamos en pasado-.

En las emisoras musicales es todavía peor. Todas ponen lo mismo y a las mismas horas. La producción de programas específicos ha caído en el más absoluto olvido en las privadas-solo Europa FM tiene un programa decente, y porque lo paga San Miguel-. Todas las grandes cadenas musicales vomitan la misma moda absurda, haciendo una radio previsible, ridícula y con una peligrosa falta de imaginación.

La muerte o retiro de algunas grandes estrellas de la radio de los ochenta como Iñaki Gabilondo, Encarna Sánchez, José María García, Antonio Herrero o Luis del Olmo, ha dejado claro la falta de relevo natural de todos estos.

La única esperanza del cambio de tendencia de la radio en nuestro país es un cambio en el sistema de medición de audiencias. Pero eso no interesa. Perfeccionaría la muestra de oyentes de las cadenas para beneficio de los anunciantes y oyentes, pero el pacto de las grandes evitará el cambio del EGM. Algo parecido pasa con la radio digital, bloqueada por las grandes cadenas de emisoras, ya que estas aunque llegarían al cien por cien del territorio, encontrarían nuevos rivales.
La COPE y Onda Cero se han quejado desde siempre de las ventajas con las que ha gozado la SER, pero a la hora de la verdad miran para otro lado; prefieren un trozo de tarta menor de lo que les pertenece a pelearse por él con otras nuevas cadenas.

Si conociésemos todas las mañanas los oyentes del día anterior en la FM, la radio esquemática desparecería, y la competitividad del día a día subiría con toda la seguridad. La eterna tranquilidad que les da el EGM-para muchos profesionales la radio es usada como cementerio de elefantes-, se vería desfasada.

La radio estuvo a punto de "morir" en nuestro país entre los años sesenta y ochenta. La competencia de la televisión en la parte del entretenimiento-especialidad de la radio desde su profesionalización allá por los años treinta- hizo virar a las cadenas europeas hacia una radio informativa o musical. Aquí fue imposible porque la dictadura franquista bloqueaba la radio informativa, por lo que la información no llegó hasta los ochenta. Ahora la radio en España vuelve a tener el mismo problema que el que tuvo en los años del miedo. Está desfasada y totalmente distanciada del oyente-aunque casi todos los profesionales utilicen las redes sociales para hacer ver que hay una conexión, que en muchos casos es una excusa barata para hacer la radio a coste cero-.

La Mosca Mediática

1 comentario:

  1. Estoy muy de acuerdo contigo.

    ·En lo que respecta radio musical, son esclavas de consultoras que les dicen lo que hay que poner con sus "encuestas" y así no hay manera. Y Radio 3 en vez de ofrecer una alternativa accesible a la gente que emigra harta del bodrio de las radiofórmulas, se encierra en su gafapastismo y en una parilla de programación que bien podría ser un avispero porque sus oyentes tradicionales pueden llegar a ser mas conservadores que uno mainstream. Y yo soy un romántico que le gustaría escuchar una radiofórmula para enterarme de la actualidad musical como en los 80 ó 90, porque buscarla por la web quita mucho tiempo, pero no dejan otra opción: viva el streaming y el plug.dj.

    ·La radio generalista es un tema muy complicado. Hoy en día lo que tendría que hacerse es una radio reivindicativa con el poder (sea cual sea el color, porque ellos tienen los medios para cambiar las cosas y no lo hacen) porque nos pisan y el ciudadano de a pie no hace nada ni encuentra apoyo en los medios de comunicación. Porque claro como te pases de crítico con el gobierno de turno te tocan el negocio y adiós muy buenas (como tú dices mira como está la SER o El País). Por eso se agradece que a veces El Mundo deje al gobierno con el culo al aire. Como se agradecía que le metiese caña a Felipe González en su día, aunque fíate tú del Pedrojota ese, porque al fin y al cabo son todos empresarios y van a lo que van.

    Y lo que comentas de las redes sociales ya se hace desde hace muchos años, lo que pasa es que antes en vez de tweets, eran SMS's o mails.

    Así pues, yo siempre diré que ha habido tres grandes inventos en la historia de la humanidad: la medicina, la electricidad e Internet. Explotémoslos.

    Saludos Bloggeros.

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