Sigue desmoronándose el imperio de Intereconomía. Su última víctima ha sido La Gaceta, adquirida en 2009 gracias a un estúpido crédito concedido desde Caja Madrid-con Esperanza Aguirre mediando y Rodrigo Rato, accionista del grupo, otorgando tal despropósito-.
La muerte de esta revisión low cost de El Alcázar estaba cantada desde hace meses, ya que su distribución estaba en mínimos, las ventas eran paupérrimas-menos de 8.000 ejemplares- y la distribución apenas cubría Madrid. Cae uno de los cuatro periódicos del centroderecha español que se editan en la capital española. Ahora toca ERE y supervivencia vía online, al igual que ocurrió con Público.
Julio Ariza deja morir La Gaceta, diario que nació como económico en el año 89. El empresario navarro ha demostrado que lo único que le interesa ahora mismo son dos cosas; mantener intacto su patrimonio personal y conseguir que Intereconomía TV sobreviva. Al periódico lo ha matado con una pasividad llamativa y de las radios lleva tiempo olvidado-Radio Intereconomía ya no llega ni a Barcelona-. La división de cine está amortizada con un siniestro pacto con Planeta y su única cosa que le queda por cerrar o vender son las acciones de Net TV, que supondrían el final definitivo del Grupo Intereconomía. Al menos con esa operación cobrarían todos los trabajadores, pero Ariza quiere mantener su cadena de televisión para hacer lo que más le gusta; conseguir medios que influyan en el PP para sacarle dinero de los presupuestos públicos.
Carlos Dávila, Maite Alfageme, Eduardo García Serrano, José Javier Esparza y José Antonio Fúster han sido los cinco directores en apenas cuatro años. El diario no ha conseguido consolidarse, en gran parte por culpa de la brutal crisis y de su radicalidad en la línea editorial.
Como curiosidad hay que recordar que La Gaceta dijo adiós este jueves con una edición que repasaba de manera crítica a la figura del Rey, con análisis mordaz de Esparza.
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