Juanma Rodríguez llama "imbécil" a Javier Marias



El tertuliano de Tiki Taka, Juanma Rodríguez, ha atizado desde su blog de Libertad Digital al escritor Javier Marias, al que ha tildado de "imbécil";



Otra vez el odio. Y de nuevo la descalificación ideológica, que poco o nada tiene que ver con el sano debate futbolístico, para establecer un cordón sanitario alrededor de aquellos que, en aras de su libertad de expresión y de sus muchos años yendo al estadio Santiago Bernabéu, prefieren, por ejemplo, a Diego López antes que a Iker Casillas. El escritor Javier Marías decía en su artículo de El País de ayer que "no sorprende que lo odien (a Casillas) los tertulianos maleantes de la extrema derecha, los mismos que idolatran a Mourinho". Y, por mucho que no quiera, que no quiero, he de darme por aludido por las palabras de Marías puesto que soy tertuliano y también tengo un especial cariño por lo que intentó hacer (y digo "intentó" porque a la vista está que no le dejaron) José Mourinho en el Real Madrid.

Yo, que le leo, responderé a Marías con sus propias palabras, las que escribió en un articulito del año 1994 titulado ¿Por qué nos odian?: "la principal necesidad de los odiadores es creer que ellos son igualmente odiados por aquellos que odian". Me parece que Marías, como antes sucedió con algún compañero suyo de barricada como Carlos Boyero, tiene la imperiosa necesidad de trasladar el debate deportivo hacia lo puramente emocional porque carece absolutamente de criterio futbolístico. Eso sí, vamos mejorando: él acusa a Mourinho, y por extensión quienes le defendemos, de pertenecer a la extrema derecha mientras que Boyero le llamó directamente nazi. Las acusaciones de Marías son la demostración más palpable de que uno puede escribir maravillosamente bien, y él lo hace, y ser al mismo tiempo un auténtico imbécil.

Marías aprovecha la falsa excusa del debate "Casillas-López" para seguir atizándole a Mourinho, con quien tiene claramente una cuenta pendiente que no saldará al parecer hasta que el entrenador portugués, que ya no está aquí y que por mucho que lo intenten sus odiadores no va a volver, se acabe arrojando al vacío desde un décimo piso. Dice lo siguiente: "Ese individuo (en referencia a Mourinho) logró convertir en verdades todas las falacias que los antimadridistas llevaban décadas propalando: un equipo prepotente y desdeñoso". Acerca de la prepotencia me gustaría volver a citar al propio Marías cuando, en otro articulito suyo del año 1993 titulado Cuello de marinerito, decía lo siguiente: "Se dice que los madridistas no sabemos perder, y nada más cierto, no estamos acostumbrados a ello". ¿Prepotente?... ¿Desdeñoso?... Repito: "Los madridistas no sabemos perder".

No hay más que echarle un vistazo a los artículos que Marías dedica al Real Madrid para ver de qué pie cojea, que es Valdano. Marías, como Boyero, Izquierdo, Cruz y probablemente Torres, aunque éste milite claramente en Segunda División con respecto a los anteriormente citados, cojea de Valdano, a quien añora, a quien desea. No en vano, y tras pegarle un palo a Benito Floro (en esta ocasión con razón) diciendo de él que es "soso y burocrático", escribe lo siguiente en otro artículo de 1995 titulado Carácter y cromos: "Por suerte Valdano y Cappa no sólo entienden a la perfección su historia, sino que la fomentan, y si duran en sus cargos, los madridistas tendremos afianzado ese estilo para por lo menos dos lustros más, venga quien venga luego"... ¡Dos lustros más!... Y es ahí donde radica el odio de Marías hacia Mourinho, ahí se esconde el quid de la cuestión, el solomillo del asunto: Mourinho fue el causante de que echaran a Valdano, quien ya en 1995 estaba destinado a durar en su cargo ni más ni menos que otros diez años más, esto es hasta 2005 por lo menos, convirtiendo supongo el club en una imitación de la bodeguita de La Moncloa.

Marías acusa a Mourinho de haber convertido al Real Madrid en un equipo "que intentaba intimidar a árbitros y rivales, que ganaba con jactancia y perdía con malos modos, un equipo victimista y quejoso". Pero no hay más que leerle, e insisto en que yo lo hago, para darse cuenta de que esa acusación que hoy traslada a Mourinho por el artículo 33 ya la puso él mismo negro sobre blanco en otro articulito suyo de 1999 titulado Algo más fuerte y sentimental. Y cito textualmente: "Y lo cierto es que desde hace años el Madrid trata de usurpar el papel clásico del Barcelona, a saber: el del pesimista, el desmoralizado, la víctima". ¿La víctima? ¿En 1999?... En 1999 José Mourinho no sólo no estaba en el Real Madrid sino que era el segundo entrenador... del Fútbol Club Barcelona.

Yo conozco a socios del Real Madrid que tienen a gala serlo desde hace 50 años y que prefieren que juegue Diego López antes que Iker Casillas. Seguro que mi amigo Juan Guerrero Burgos no se enfada porque dé aquí su nombre. Juan es la persona más generosa y buena que conozco, hace poco recibió de manos de Florentino Pérez y en presencia de don Alfredo di Stéfano la insignia de oro y brillantes, y sí, Guerrero Burgos es mourinhista, cuestión ésta que al parecer le convierte a ojos de Javier Marías en un peligroso miembro de la extrema derecha española. Pero mi amigo Juan tiene la ventaja de ser independiente mientras que Marías pertenece a la cuadra de PRISA, un grupo mediático en el que se ha dicho que el Real Madrid consiguió su novena Copa de Europa de forma vergonzante. Vergüenza me daría a mí, querido Marías, tener que ir a escarbar fuera cuando el saco del odio lo tienes en tu propia casa.

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