La patética caravana de la semidesnuda Olvido Hormigos-con Toño Sanchís a los mandos-



Olvido Hormigos entró en el mundo de la televisión por casualidad. En su pueblo-donde ejercía de concejal socialista- protagonizó un escándalo que dio el salto a nivel nacional; ya que se grabó masturbándose ante su móvil para mandárselo a su amante-el portero de fútbol de la localidad manchega de Los Yébenes-. De ahí dio el salto al mundo de la tele, ya que fue reclutada por Telecinco para concursar en ¡Mira quién salta! y poco después protagonizó un Interviú.

Pero a lo que vamos, que la llamaron los de Sálvame para entrevistarla sobre su relación morbosa-sus posibles relaciones con concursantes del reality o aumentando el picante llamando a su pobre marido para avisarlo de una posible nueva relación extramatrimonial de Olvido-.
Y con el tiempo esa Olvido tímida y en constante fuera de juego se ha convertido en una musa del erotismo y de la provocación, sobre todo tras el montaje con Asdrúbal y con una nueva sección llamada La caravana de Olvido, donde se cuela micrófono en mano en las discotecas para calentar al personal y en las playas para elegir el cuerpo del verano. No es que ella espontaneamente haya comprado un cerebro para saber moverse en el difícil mundo de la telebasura; es que ha firmado un contrato de representación con el siniestro Toño Sanchís-el mismo pájaro que guioniza y teledirige a Belén Esteban-. Este sujeto le dice todo lo que tiene que hacer para mantener el puesto y la silla de Sálvame y de paso el tal Toño sigue forrándose gracias a las pobres vidas de gente límite.

"Ahora te vas a una discoteca o a una playa a calentar a los jovencitos que eso es lo que vende". Dicho y hecho. Reventar tu vida a costa de un listo para mantenerte durante un pequeño periodo de tiempo en el candelero. Patético.

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