Pedro Sánchez, tras verse en la lona por una campaña electoral infame, salvó ayer el cuello tras salvar por la mínima el segundo puesto pese a su descalabro, muy evidente por ejemplo en Madrid, donde son cuarta fuerza. El PSOE cosechó ayer cinco millones y medio de votos y noventa diputados, por lo cual pierden millón y medio de votos y veinte diputados. Aun así Sánchez sueña con La Moncloa si Rajoy no forma Gobierno, pero durmió anoche tranquilo después de mejorar a las encuestas, que le colocaban como tercera fuerza con alrededor de ochenta escaños.
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