El Partido Popular recibió ayer una cornada de aúpa. Aun así la formación que lidera Mariano Rajoy, que cosechó el peor resultado en un cuarto de siglo, se ve beneficiada de la división de la izquierda y podría intentar formar Gobierno pese a que el PP perdió ayer dieciséis puntos, sesenta y tres diputados y casi tres millones y medio de votos.
Pese a ello, el PP ganó con 123 diputados, más de siete millones de votos y un 28,72% de los sufragios. Ni con el apoyo de Rivera, que se quedó en apenas 40 diputados, Rajoy evitaría que las fuerzas progresistas y nacionalistas bloqueasen sus políticas y presupuestos.
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