En el verano del 2000 un desconocido diputado, José Luis Rodríguez Zapatero, se hacía con la secretaría general de los socialistas por solo nueve votos. La victoria del leonés sobre Bono se produjo por sorpresa, ya que hubo falta que alejados barones como Maragall o Guerra se pusieran de acuerdo, más para impedir el triunfo del entonces presidente manchego que por que creyeran en ZP.
Al pobre Zapatero, "sosoman" para los guiñoles del Plus, le convocaron para comer con la plana mayor de Prisa, que con Polanco a la cabeza le intentó tutelar políticamente. El que luego llegaría a presidente del Gobierno, molesto por la falta de respeto con el que le trataron en Prisa, se dio cuenta que si llegaba al poder le iban a hacer falta otros compañeros de viaje. Ahí nació el grupo de los Ferreras, Barroso, Contreras y Roures, que gestaron la Sexta, impulsaron Público y gestionaron RTVE.
Algo similar parece que ha ocurrido en Podemos estos últimos meses, tal y como denunció Juan Carlos Monedero en Al rincón de pensar este martes. Y es que el gurú de Podemos dijo que "la Ser y parte de la Sexta intentan prescribir en Podemos, y hay gente del partido que les ha escuchado". ¿Escuchará también Ciudadanos? Puede ser, y es que hasta el propio Iñaki Gabilondo ha editorializado sobre la inconveniencia de un pacto entre Albert Rivera y el PP madrileño. ¿Lo hará porque así su hermano Ángel se convertirá en el nuevo presidente de la Comunidad de Madrid?
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